FONDO LUIS N. MORONES
Luis Morones Negrete fue quizá el dirigente obrero más destacado de nuestro país, como máximo líder de la CROM y del poderoso Partido Laborista Mexicano; como Director del Departamento de los Establecimientos Fabriles y Aprovisionamientos Militares, como Ministro de Industria, Comercio y Trabajo (ningún otro líder obrero ha repetido la hazaña de llegar a ser secretario de Estado en México); pero quizá su mayor importancia en nuestra historia radica en que en 1927 fue un fuerte candidato a la presidencia de la República, por sus relaciones con la American Federation of Labor, con la Panamerican Federation of Labor (PAFL), de los Estados Unidos y con la International Federation of Trade Unions (IFTU) de Amsterdam.
El archivo propiamente dicho, contiene correspondencia personal de Morones y cartas en las que, por cientos, los trabajadores mexicanos y sus líderes le expusieron ampliamente los detalles de los conflictos laborales trascendentales de los años veinte. De no menor importancia son las cartas que le dirigieron 12 los gobernadores y otros políticos, tratando de sondear la opinión de los Estados Unidos sobre el problema de la lucha presidencial en México. Mención aparte merecen los documentos e informes secretos que el espía 10b enviaba al gobierno de México como producto de sus actividades en la embajada de los Estados Unidos en México. Estos documentos que la embajada enviaba a Washington acerca de las actividades de espionaje que los norteamericanos realizaban en todo el mundo dan una importancia internacional al archivo privado de Morones. Es importante aclarar que aunque es una lástima que sólo contemos con algunos documentos de este archivo, esto es un logro, debido a que, cuando inicialmente localicé y solicité a la CROM la donación de los archivos privados de la Compañía Industrial de Atlixco y de Morones, sólo se nos donó el de la CIASA, mientras que en el caso del segundo, debido a que se les hizo ver su importancia internacional, Antonio J. Hernández donó únicamente los trescientos documentos que el espía sustrajo de la Embajada de los Estados Unidos de América y que detuvieron la invasión que intentaban realizar a nuestro país en 1927. Cabe señalar que esta colección se encuentra actualmente en proceso de restauración en el Fideicomiso del Archivo Plutarco Elías Calles.
Confiamos en que este inventario habrá de ayudar a los investigadores que pretendan realizar trabajos serios y fundamentados.
Samuel Malpica